"Lucy" 2014 - Luc Besson


INTELIGENCIA SOBREDIMENSIONADA, ADICCIÓN INCONTROLABLE.

 

Ayer 15 de Octubre asistí a la proyección de Lucy. Las luces se apagan, la banda sonora a través del sintetizador del compositor Eric Serra comienza a escucharse y nada más comenzar el film, aparece la imagen de la que se supone debido a hallazgos arqueológicos, es la primera mujer sobre la faz de la tierra, Lucy, que es la conexión con el nombre de la protagonista del film, una Scarlett Johansson adoptada por el director Luc Besson, sucediendo a su ex-esposa Milla Jovovich como heroína de la función. El film comienza con un ritmo trepidante (las fugaces imágenes de la caza de la gacela por parte de los guepardos mientras sucede la acción del rapto es tensa y captó mi atención). Una chica 'Johansson' es secuestrada por una mafia oriental y obligada por el jefe de la misma 'Choi Min-sik' a hacer contrabando de una droga sintética de última generación en su estómago. Hasta aquí una trama que cambia de rumbo en cuanto la droga que transporta Lucy es asimilada por su cuerpo provocándole un incremento in-crescendo de su capacidad intelectual hasta límites insospechados por el hombre y haciendo que la chica sea consciente de sus poderes sobrehumanos adquiridos para conseguir más de este tipo de droga que la lleve a alcanzar lo que todo científico ha soñado alguna vez: Que el ser humano tenga el 100% de su capacidad cerebral para llevar a cabo las funciones más extraordinarias...En poco menos de una hora y treinta minutos, Luc Besson consigue entretener mientras asistimos a las imposibles facultades de Johansson para ser una superdotada (en todos los sentidos), que se pone en contacto con el científico en la ficción de moda hasta en los documentales, un 'Morgan Freeman' que utilizando su verborrea intelectual imparte clases de evolución y progreso para que Scarlett le eseñe de lo que es capaz con su inteligencia sobredimensionada debida a su adicción incontrolable de la nueva droga.

 

Una película que dado su discurso, no debe tomarse muy en serio (aunque por momentos el film intente ponerse intelectual). Lo que aquí importa es pasarlo bien, y tras las aceleradas secuencias de acción, las asombrosas persecuciones automovilísticas (a la altura de films como Ronin y la saga Bourne) con tecnicismos científicos y filosóficos de fondo, que repito es mejor no tomarse en serio, uno sale satisfecho de ver a Johansson, Freeman y Min-sik, en una liviana película, corta, concisa, directa al grano en la acción y que no lleva a ninguna disquisición (aunque lo pretenda), de dar explicación a una parte tan desconocida como la mente humana. A destacar una Scarlett Johansson que convence con su semblante de supermujer y un final que es posible sea lo peor de la película (ese superordenador biológico). Un film que me hace recordar a otros como por ejemplo: El cortador de cesped (1992), algunas partes de 2001, una odisea en el espacio (1968), Powder (1995) y Matrix (1999), siendo un batiburrillo de todas ellas.

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