THOR INTERDIMENSIONAL
El escogido para la nueva aventura de 'Thor' es el director Alan Taylor, más conocido por dirigir capítulos de 'Los Soprano' y 'Juego de Tronos'. En' Thor: El mundo oscuro' Chris Hemsworth aparece en pantalla en plena batalla prececido de un luminoso arco iris como camino entre las dimensiones de los nueve reinos de la galaxia para reestablecer el orden en su reino milenario basado en la mitología nórdica de Asgard. Thor en esta ocasión se muestra más comprometido, humano y dialogante, quizás por el amor que le procesa a 'Su Jane' (Natalie Portman) que descubrirá por casualidad una fuerza ancestral que la posee: 'El Éter'. El tan ansiado poder que invade el cuerpo de la enamorada del héroe del martillo es la fuerza de destrucción que el caudillo de los elfos oscuros desea para instaurar la oscuridad que reinaba antes de que los ancenstros de 'Odín' (Anthony Hopkins) acabaran con él y con toda su estírpe.
En la segunda aventura del superhéroe del cómic y de la mitología vikinga se refleja un alejamineto de la concepción Shakespeareana que creó Kennet Branagh para volcarse más en la visión cinematográfica que 'Disney' tiene a través de la productora 'Marvel' siendo esta continuación una especie de 'Space Opera' que me recuerda al serial de 'Flash Gordon' mezclado con 'Dragones y Mazmorras' (la serie animada, no la horrible película del mísmo título) con espadas, hachas, flechas y armaduras que se funden en espectaculares batallas junto con naves espaciales, rayos láser y anacrónica tecnología armamentística. La espectacularidad infográfica, un poco de humor, algo de romance y alguna disputa familiar entre el genial, engañador y vengativo hermanastaro del héroe, 'Loki' (Tom Hiddlestone) y el Dios del trueno comiquero por excelencia para acabar con el desafío de los elfos oscuros forman parte de esta entretenida película. Un film que como en 'Los Vengadores' con New York utiliza Londres como telón de fondo para unas espectaculares contiendas cuya fuerza desata una lucha que se desarrolla entre dimensiones paralelas y en la que 'Thor' salta de dimensión en dimensión a golpe de martillazo contra el elfo oscuro jefe. En definitiva, una secuela que no supera a su antecesora pero que todavía mantiene el pulso de entetenimiento con actuaciones sobrias y efectivas.
Como secuencias a destacar me quedo con alguna tan bella como la de la pira funeraria multitudinaria de los fallecidos de Asgard elevando sus almas al firmamento estelar. Una película con un 'Thor' interdimensional entre nuestro mundo, el cómic Marvel y las aspiraciones Disney marca de la casa.
PARA NESTOR 'EL ZURRI'
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