"Y si no, nos enfadamos.."-Marcello Fondato (1974)


De seguro que el film del que hablaré a continuación, nadie diría que debe estar en el blog de "Las mejores películas de la historia del cine", pero a mí me apetece hablar de él. Queda a años luz de ser una obra maestra, su guión lo podía haber escrito un analfabeto, y las actuaciones están lejos de ser consideradas como aceptables... aunque sus capacidades de brocha gorda para hacerme reír todavía quedan intactas. Salvando unas profundas distancias, Stan Laurel y Oliver Hardy tuvieron unos sucedáneos chabacanos a la italiana, mediante el orondo barbudo de Bud Spencer (Carlo Pedersoli) y el en plena forma ojos-azules de Terence Hill (Mario Girotti). Una de las películas más simpáticas en las que participaron fue "Y si no, nos enfadamos", en la que Spencer y Hill compiten por la posesión de un automóvil "Boogie" de color rojo con la capota amarilla... (que conviene detallar), que acaba siendo destruido en un barrio, extorsionado y saqueado por unos mafiosos con el objetivo de crear un bloque de edificios comerciales. En las numerosas colaboraciones de los otros "Gordo y Flaco" (más de una docena) abundan los mamporros, tortazos y golpetazos, propinados por el ágil Hill y el fotachón Spencer, destacando en mi memorabilia cinéfila de lo absurdo "Y si no, nos enfadamos". Uno se divierte de lo lindo consiguiendo de seguro, que se escape alguna sonrisa que los dos muchachos arrancaron a los espectadores en los años 70's Y 80's.

 

Secuencias como la competición de los protagonistas, comiendo salchichas y bebiendo cervezas de manera imperturbable, mientras los mafiosos destruyen un bar, la persecución en forma de justa de la edad media actualizada, con caballos cambiados por motocicletas, además de la irónica, estupenda, desternillante y desorbitada pelea en el gimnasio, consiguieron en mí auténticas risotadas a pulmón abierto. Todo ello me confirma que la reconocida pareja, tiene la maravillosa capacidad de hacer reír. Conseguir que el espectador esboze una sonrisa es una tarea difícil y ellos triunfan en este cometido, a base de trompazos, puñetazos a modo de martillo, tortazos de 180 grados a mano abierta y batazacos. "Y si no, nos enfadamos" consigue entretener y divertir con golpes disparatados, de comicidad y desparpajo simpáticos. La película se rodó en Madrid en plena época franquista, y tiene la curiosa y heterogénea participación de los actores: Luis Barbero (eterno abuelito en el cine y la t.v), el cómico bigotudo Emilio Laguna (que no deja de romper batutas dirigiendo el ensayo de concierto en el que canta Spencer) y la curiosísima aparición de Donald Pleasance (actor fetiche de John Carpenter y famoso por hacer entre otros papeles, del malvado de James Bond "Blofeld" en "Solo se vive dos veces (1967)") haciendo de una especie de "Consigliere" para el "Papi" (algo así como un Padrino de medio pelo) en la unión mafiosa. "Y si no, nos enfadamos" es una encantadora y nostálgica propuesta para reír..¿Y quién se niega a reír con los otros "Gordo y flaco"?, Yo no...

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