Creo que hasta día de hoy la segunda entrega del héroe del escudo con mallas de azul y rojo, se encuentra entre lo mejor de la factoría Marvel. El héroe patrotiquero más vintage de todos los Vengadores, crece cualitativamente en su segunda aventura como protagonista. En "Capitán América: El soldado de invierno", el superhéroe de las barras y estrellas cambia de registro, y si en su origen tenía que lidiar contra los nazis, ahora tendrá que enfrentarse a espías que bien podrían compararse con la desaparecida K.G.B. rusa en la época de la guerra fría. La amenaza de la organización pulula en la sombra y la conspiración está servida. El abanderado Steven Rogers (Chris Evans) armado con su escudo estelar y acompañado de su compañera de aventuras "La viuda Negra" (Scarlett Johansson) y del héroe alado "Falcon" serán los encargados de desentramar las fechorías que amenazan la seguridad mundial. Al terminar de visionar "Capitán América 2" tuve la sensación de haber visto un film que se asemeja de una manera totalmente satisfactoria a la saga James Bond. Chris Evans como Capitán América en este film, puede equipararse al agente secreto 007 en sus respectivas películas. Si cambiásemos el esmoquin de "Bond" por el disfraz del "Capi", la pistola Walther ppk por un escudo, eliminando la libido desmesurada, la chulería británica y el alcoholismo a Bond, ya tenemos al patriótico, bondadoso y honorable agente americano hipervitaminado de Steve Rogers, el agente Capitán América al servicio de los yanquis.
Incluso los supervillanos de la saga James Bond, tienen un parecido más que estimable con el malvado antihéroe de la segunda parte del Capitán, ya que éste (no desvelaré quién es) pertenece a una superorganización terrorista, y si en Bond era "Spectra" en la película que nos ocupa es "Hydra" aspirando a poner en peligro el orden global. Para darle más peso a mis argumentos el secuaz del villano, más conocido como "El soldado de invierno" al que da título el film, posee particularidades con su brazo metálico para enfrentarse al Capitán América que ya tenían otros villanos enfrentados al agente británico, poniendo como ejemplos (de muchos que hay) a "Tiburón" de "La espía que me amó (1977)" y "Moonraker (1979)", con su dentadura de acero, y al "Doctor No (1962)" del film homónimo con su mano de metal. En "Capitán América: El soldado de invierno" se pueden apreciar secuencias de vértigo, como la del asedio al automóvil de Nick Furia (Samuel L. Jackson), a través de una persecución que te deja pegado a la butaca, el sobrecargado ascensor lleno de enemigos a los que tiene que vencer "El Capi" con sus superhabilidades en la lucha de espectaculares movimientos, y el interesantísimo halo de misterios y descubrimientos como la memoria electrónica antediluviana a la que da vida el actor Toby Jones, entre otros muchos acertados elementos compuestos de mucha acción, ritmo y espectacularidad, desatando mi interés por una película realmente entretenida, que ha sabido escoger elementos de las películas de espías para trasladarlos a un film de Superhéroes.
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