El director Walter Hill, enamorado del western en películas como "Forajidos de leyenda (1980)" y "Wild Bill (1995)" entre otras, creó el subgénero de las "buddy movies" en los 80's con su conseguida colaboración entre Nick Nolte y Eddie Murphy que tendría su secuela con "48 horas más (1990)". En 1987 llegaría la reina de las películas de colegas con "Arma letal" de Richard Donner, cumpliendo con el patrón de "poli blanco" junto a "poli negro" y
un año más tarde Hill tuvo la genial idea de poner en pantalla el entendimiento internacional entre las dos potencias mundiales de la guerra fría frente a frente, como si de una película western
fronteriza se tratara dirigiendo "Danko: Calor Rojo". Dado el recién nombramiento por aquella época de Mijaíl Gorbachov y su apertura
hacia el capitalismo estadounidense, la conocida "Perestroika", la URSS que refleja el director Walter Hill es una muestra de un régimen comunista lleno de monumentos e ídolos del pasado
ya en abandono por el pueblo ruso que mira con ilusión hacia un posible cambio político (obsevar la cómica reacción de los policías rusos en su comisaría al nombrar a América). Pero la tradición
y la disciplina soviética que todavía marcan al país, se verán amenazadas por las mafias que ya han tomado contacto con el 'veneno americano' que supone el tráfico de drogas, que es controlado
por un peligroso y escurridizo criminal georgiano, conocido como Víctor Rosta "Ed O´Ross". Aquí es donde un rígido y estricto capitán de policía "El inmenso Arnold" irá a los Estados Unidos de
América en busca del criminal asesino narcotraficante después de aniquilar a su hermano y con la misión de encontrar a Víctor antes de que expanda el tráfico de drogas en un Moscú todavía
reticente en adoptar las maneras americanas.
El capitán Ivan Danko se aliará con un policía parlanchín desastroso e irascible en los zapatos de un sarcástico
James Belushi, para capturar al criminal que ahora persiguen tanto los
EEUU como la antigua Unión Soviética. Me encantan las insensibles maneras de Arnold encarnando a su policía capitán comunista sin mostrar ningún tipo de sensación, representando al gobierno ruso
de la época como si de una máquina se tratara. El momento en el que el protagonista de "
Conan el bárbaro", aparece por vez primera en
Danko: Calor Rojo entre las brumas de la sauna
mostrando su descomunal figura antes de liarse a puñetazos (algo que Stallone repetiría muchos años después, pero con muchísima menos trascendencia visual con el mismo director en "
Una bala en
la cabeza (2013)") me resultó espectacular visualizando su contundencia y salvajismo. Un Schwarzenegger-Danko con mirada de tiburón buscando su presa que muestra una inexpresividad casi en
todo momento hacia las payasadas de Belushi, un capitán ruso que desconoce la cultura occidental: -Capitalistas- dice al ver en la televisión una película porno, y que utilizando sus contundentes
maneras violentas ante la mirada atónita de su 'yanqui' compañero (secuencia de la "
ley Miranda" y referencia a "
Harry el sucio" incluidas) mientras avanza la progresiva muestra de
admiración y entendimiento entre los "opuestos" policías conversando el uno con el otro ya sea en un café o conduciendo un coche, van ofreciendo un estupendo regusto que deja un agradable "poso"
de calidad al subgénero, a base de "acción ochentera de la buena".
La virilidad con brochazos de ironía que se aprecian en Danko: Calor Rojo no hacen sino corroborar la efectividad y estupenda química entre el ruso imperturbable y el payaso
americano. Tanto Arnold como Belushi son capaces de crear una extraña pareja que podría equipararse sin titubear a la unión musical de "Pavarotti" con "Marilyn Manson" llegando a
fusionarse de una manera tan simpática y contundente que nadie podría negar su efectividad. Un par de datos interesantes: Danko, Calor Rojo fue la primera película americana en
rodarse en la Plaza Roja de Moscú y después de terminar el film, y de que los chicos hicieran de las suyas destrozándolo todo a su paso, los servicios de mantenimiento de la ciudad de Chicago
tuvieron que dedicar horas extras para arreglar los numerosos desperfectos provocados en el mobiliario urbano...Una película de acción con trasfondos políticos y ejemplares maneras de "buddy
movie" para recordar y revisionar dada su espectacularidad, inesperada mezcla de protagonistas en estado de gracia y estupendo sabor añejo, los dorados años 80's. Schwarzenegger lo volvió a
conseguir: El espectáculo estaba servido. -¿Conoce Miranda?-. -¿Quién es esa Zorra?-. ¡Zas! en toda la boca.